¿Eres comercial?, ¿promotor comercial?, ¿agente
comercial?, ¿vendedor? Bueno, el nombre no importa mucho. El caso es que te
dedicas a vender cosas, ya sean bienes o servicios. Usaré la palabra vendedor,
para que nos entendamos todos. Entonces imagino que te habrás dado cuenta de
que los vendedores no tienen muy buena fama. La gente cree que el objetivo de
un vendedor es ganar dinero a toda costa. Lo que no saben es que los buenos
comerciales se guían por su propio código ético.
Cada profesión tiene su código deontológico: están los
periodistas, los abogados, por no hablar del célebre juramento hipocrático de
los médicos. Si hasta los samuráis tenían su código de honor. Y como los
vendedores no podían ser menos, en Brainstormer – Fuerza de Ventas tenemos
nuestro propio código ético. Estos son sus principales puntos:
ØNo
mentirás: un comercial debe ser sincero con su cliente. La capacidad de un
vendedor para establecer una red de relaciones comerciales que asegure su
futuro a largo plazo se basa en la confianza de sus clientes. Confianza que
solo se alcanza a través de la sinceridad. Hay que tener claro que la venta no
es el medio, sino el medio para fidelizar al cliente.
Ø No
venderás algo en lo que no crees: nadie puede ser muy feliz en su trabajo
si hace algo que no le gusta. Un vendedor no puede hacer bien su trabajo si no
le gusta lo que vende. No creo que nadie esté muy contento vendiendo crece pelos
milagrosos, por ejemplo. Si tienes oportunidad, trabaja solo con productos o
servicios en los que creas de verdad.
Ø No
venderás algo que la gente no necesite: ser comercial no se trata de
intentar venderle un peine a un calvo. El vendedor debe conocer las necesidades
de sus clientes y saber que productos pueden venirle bien y cuales posiblemente
no le servirán de mucho. No le vendas algo a alguien que después no va a
utilizarlo.
Ø No
le quitarás la venta a un compañero: aunque el mundo de las ventas se
caracteriza por ser extremadamente competitivo, dentro del mismo equipo comercial
no está bien visto que los vendedores vayan pisándose los unos a los otros. Si
uno de tus compañeros de equipo tiene problemas con una venta, no se la quites;
ayúdale a cerrarla y compartid la comisión.
Ø No
abandonarás a tus clientes: el fin de la venta no es el fin de la relación
con tu cliente. Dale un telefonazo unos días después para saber cómo le van las
cosas. Preocúpate de averiguar si está satisfecho con lo que te compró.
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